El Doctor "gordo" Carbone, se graduó con honores como médico especializado en psiquiatría de la Universidad de la República Oriental del Uruguay en 1979. Practicó clínica por largos años con inmejorables resultados para sus pacientes, su reputación y sus finanzas.
Sin embargo, años más tarde decidió ingresar a la Facultad de Sicología de la misma universidad. Desde entonces, un cambio rotundo alienó su destino: fue admirado y odiado con igual fervor por las distintas corrientes a las que quiso adherir, practicó la docencia y fue duramente criticado por su técnicas pedagógicas "poco ortodoxas", su mujer lo descubrió en un amorío con alguna de sus pacientes y le ganó un juicio por manutención que lo dejó en la ruina, esto lo llevó a frecuentar establecimientos de poca calaña, donde por sus cualidades escuchorias, lo tomaron como cantinero de medio tiempo. En estas circunstancias volvió a reencontrarse con su Ego, fue valorado por los habitués y finalmente abandonó completamente la práctica profesional y se dedica a escuchar de tiempo completo.
A pesar de ser un olvidado de la academia, el Dr. Carbone sigue fiel a sus principios y muchos inletecutales no aceptan a otro psicólogo más que a él. Dos por tres se despierta, sobresaltado en la noche, recordando las épocas mozas, en que no era más que un enfant terrible de la academia.